Pronto hará su debut en Hearthstone una de las mazmorras de banda más emblemáticas de World of Warcraft, la ciudadela flotante conocida como Naxxramas, a través de La Maldición de Naxxramas: una aventura de Hearthstone. Hoy vamos a revisar la historia de Naxxramas para todos aquellos que aún no conocen los terrores no-muertos que deambulan por los espeluznantes pasillos de la necrópolis.
Kel’Thuzad: sed de poder
Muy por encima del frío penetrante de Cementerio de Dragones, en el continente de Rasganorte, la antigua necrópolis nerubiana llamada Naxxramas se eleva por los cielos, llenando de oscuridad la tundra baldía que se encuentra bajo su sombra. A salvo de la mayor parte de las amenazas que puedan desafiarla, Naxxramas es una base de contención que alberga un ejército de horrores no-muertos listo para fortalecer la influencia y el alcance de la Plaga de los no-muertos en un abrir y cerrar de ojos.
El exánime de nombre Kel'Thuzad se sienta en el trono de poder de Naxxramas, mientras convierte a la otrora insignificante Plaga en un ejército que lucha por el Rey Exánime. En sus días mortales, Kel'Thuzad fue una vez un poderoso mago humano y un alto miembro del Kirin Tor que trabajaba bajo las órdenes del gran archimago Antonidas, líder del Kirin Tor por aquel entonces. El Kirin Tor disponía de una gran cantidad de secretos y conocimiento, y Kel'Thuzad pasaba incontables horas devorando cada fragmento de conocimiento Arcano o prohibido que se ponía al alcance de sus manos; estudiaba incluso las artes arcanas más oscuras e impensables, como la nigromancia. Poco a poco se volvió más recluido y sus compañeros le rehuían a medida que se adentraba más y más en la magia prohibida.
El Rey Exánime buscaba a los individuos más poderosos y ambiciosos de todo Azeroth para hacer que se sometieran a su voluntad, y para ello envió invocaciones mentales a todo aquel que él consideraba fácil de doblegar bajo la promesa del poder. Kel'Thuzad fue el primero en responder a la llamada del Rey Exánime. Vio el poder que el Rey Exánime tenía sobre los no-muertos y deseó ese poder para sí. Por ello ofreció sus servicios como mago al Rey Exánime, para que los utilizara según su deseo. Tras un largo y atormentado viaje a los helados páramos de Rasganorte, Kel'Thuzad se arrodilló a los pies del Rey Exánime y le ofreció no solo su lealtad, sino también su alma.
"Como mi teniente, obtendrás conocimiento y magia más allá de tus sueños más ambiciosos. Pero a cambio, ya sea vivo o muerto, me servirás durante el resto de tus días. Si me traicionas, te convertiré en uno de mis descerebrados, y me servirás como tal".
Las palabras del Rey Exánimes eran una amenaza y una promesa al mismo tiempo. Kel'Thuzad se convertiría en su teniente, cumpliendo con los caprichos del Rey Exánime, pero a cambio obtendría más poder del que había imaginado en sus sueños más descabellados. Kel'Thuzad aceptó aquellos términos... como si pudiera elegir otra opción.
El interior de la necrópolis
El exánime Kel'Thuzad usa Naxxramas como base de operaciones para la Plaga de los no-muertos, dividiendo la ciudadela en cuatro arrabales especializados para entrenar a sus esbirros:
El Arrabal Arácnido
El Arrabal Arácnido alberga a los no-muertos nerubianos, una raza antigua de seres aracnoides inteligentes. Aunque normalmente son muy solitarios y recelosos de los extraños, los nerubianos vivos lucharon con valentía contra la Plaga, pero les superaron en número. Aunque los nerubianos vivos eran inmunes a la peste de los no-muertos, nada pudo evitar que el Rey Exánime trajera de vuelta a los caídos para que se uniesen a la Plaga en su no-muerte.
Uno de los esbirros a los que resucitó el Rey exánime fue el Señor de la Cripta Anub'Rekhan. En vida fue uno de los señores nerubianos más poderosos. Ahora guarda las puertas del Arrabal Arácnido tras las que se encuentra...
... Gran Viuda Faerlina. La que una vez fue uno de los miembros más renombrados del Culto de los Malditos bajo las órdenes de Kel'Thuzad, en la muerte se encarga de engendrar y cuidar a una cantidad aparentemente infinita de arácnidos que emergen de las profundidades de la ciudadela. Maestra de venenos, domina perfectamente las fuentes del sufrimiento de los mortales. Los venenos que elabora provienen de las arañitas que produce...
... Maexxna, una araña enorme que procede de las entrañas de Rasganorte. Se alimenta de todo aquel que sea lo suficientemente tonto como para adentrarse en la necrópolis, engendrando araña tras araña que Kel'Thuzad utiliza para sus propios fines malvados.
El Arrabal de la Peste
Lleno de monstruosidades afectadas por la peste de los no-muertos, el Arrabal de la Peste fabrica y refina la peste para transformarla en armas muy eficaces creadas para destruir a toda la humanidad y convertirla en parte del ejército de no-muertos de Kel'Thuzad.
Noth el Pesteador fue una vez un mago de gran reputación de Dalaran que escuchó la llamada del Rey Exánime de forma muy similar a Kel'Thuzad. Dejándose también llevar por el poder, aceptó servir las necesidades de la Plaga con sus habilidades en nigromancia y maldiciones. Sin embargo, Noth se dio cuenta de que la Tercera Guerra estaba acabando con la vida de numerosos inocentes y comenzó a cuestionarse la decisión que había tomado al unirse a Kel'Thuzad. Kel'Thuzad erradicó rápidamente la creciente compasión que sentía Noth congelándole el corazón vivo en el pecho.
Heigan el Impuro era el genio que había detrás de la magia de las calderas que contagiaron rápidamente la peste de los no-muertos por todo Lordaeron, corrompiendo no solo a los humanos, sino también a la flora y la fauna del lugar. Ahora, toda aquella naturaleza que rodeaba Lordaeron recibe el nombre de "Tierras de la Peste", gracias en gran parte al trabajo de Heigan.
Uno de los ejemplos más importantes de cómo se manifiesta la peste en la flora y fauna local es el trepador del pantano retorcido, Loatheb. Como una especie de burla a la facultad natural para regenerarse que posee el reino de las plantas, Loatheb puede invocar esporas mortales que contaminan rápidamente todo lo que tocan, volviendo las artes mágicas de sanación contra aquellos que las utilizan.
El Arrabal Militar
Muchos de los humanos y sus leales monturas que antaño fueron soldados del ejército de Lordaeron ponen ahora sus facultades marciales al servicio del Arrabal Militar de Naxxramas. Bajo las órdenes de Kel'Thuzad y el Rey Exánime, poseen unas facultades que sobrepasan con creces cualquier nivel que hubieran alcanzado en vida. Líderes, instructores y coordinadores militares, todos utilizan sus facultades para transformar la Plaga en una fuerza poderosa para la batalla, en lugar de seguir siendo simplemente una horda descerebrada. Muchos Caballeros de la Muerte comienzan a entrenar en este arrabal bajo las directrices de sus poderosos tenientes.
El Instructor Razuvious instruye a los Caballeros de la Muerte, los sirvientes más fieros y leales del Rey Exánime. Sus golpes son certeros y mortales, y se rumorea que solo aquellos estudiantes que están bajo su tutela pueden soportar una simple estocada de su mortal hojarruna.
Gothik el Cosechador, maestro de la nigromancia, enseña a los jóvenes Caballeros de la Muerte el poder de invocar a los no-muertos en su auxilio. Incluso el Caballero de la Muerte más novato puede alzar a aquellos que yacen sin vida de sus tumbas gracias a las técnicas oscuras y siniestras de Gothik. Fantasmas, necrófagos, esqueletos... ninguno se libra de la influencia de Gothik.
La guardia real de Kel'Thuzad está formada por Los Cuatro Jinetes, cada uno de los cuales posee sus propios poderes retorcidos: Lady Blaumeux es maestra de las sombras, capaz de consumir la esencia de la vida de aquellos a los que se enfrenta; el señor feudal Korth'azz controla el poder destructivo del fuego, y puede incluso invocar meteoritos que caen desde el cielo; Sir Zeliek fue una vez un paladín, tan poderoso en vida que aún puede utilizar la Luz en la muerte; y el Barón Osahendido, que antaño fue amigo de Kel'Thuzad, ahora sigue sirviendo a su antiguo camarada en la muerte con sus poderes corruptos y su esquelético Destrero de la muerte.
El Arrabal de los Ensamblajes
El Arrabal de los Ensamblajes alberga varias abominaciones de pesadilla creadas a partir de seres antaño vivos. Un arroyo constante de cieno tóxico fluye a través de esta ala de Naxxramas; aunque no supone un peligro para los ensamblajes no-muertos que deambulan por el lugar, ese flujo viscoso resulta mortal para aquellos que disfrutan de cosas como respirar y tener pulso.
Remendejo es una de las abominaciones más poderosas de Kel'Thuzad: su fuerza y velocidad sorprende a aquellos que se atrevan a enfrentarse a él en combate. Lejos de ser un no-muerto vago y descerebrado, Remendejo recibe con los brazos abiertos a cualquier trocito de carne que ose enfrentarse a él, para luego usar su inmenso poder canalizado en una ráfaga de potentes y poderosos ataques. ¡Si el pobre solo quiere jugar!
Grobbulus merodea por las profundidades del Arrabal de los Ensamblajes y en su forma corpulenta contiene el mismo líquido viscoso que fluye por Naxxramas. Grobbulus es un gigante de carne, el primero de ellos que resultó ser un éxito, creado para construir un ejército formidable capaz de contagiar rápidamente la peste de los no-muertos. Una jeringa sustituye una de las extremidades de Grobbulus, y con ella inyecta en sus enemigos el cieno de la peste que corre por Naxxramas.
El perro de la peste no-muerto, Gluth se sienta obediente en Naxxramas, aguardando las órdenes de sus amos. No existe galletita para perros en el mundo que pueda satisfacer el hambre voraz de Gluth. Se rumorea que Gluth se podría comer fácilmente un ejército de no-muertos al día, que además utiliza para volver a colocarse esos trocitos de carne que se le van cayendo.
El último horror que alberga el Arrabal de los Ensamblajes es Thaddius. Formado por la carne de los inocentes, esta descomunal abominación mora en uno de los laboratorios de experimentos de Naxxramas, flanqueado por dos entes enormes: Stalagg y Feugen. A través del laboratorio surcan rayos de electricidad que sobrecargan a Thaddius y a sus esbirros.
La Guarida de la Vermis
En el pináculo de Naxxramas aguarda el mismísimo Kel'Thuzad, protegido por el esquelético ente anciano helado Sapphiron.
El que una vez fuera uno de los vuelo azul de Malygos, Sapphiron fue destruido por Arthas Menethil y alzado de entre los muertos para proteger a Kel'Thuzad durante toda la eternidad. Como muchos otros vuelo azul, Shapphiron tenía un poder mágico inmenso que solo se vio aumentado por el hecho de que el Rey Exánime en persona lo resucitase para servir a la Plaga. El frío de la escarcha está a su servicio y utiliza su magia para defender a Kel'Thuzad a toda costa.
Pero el genio que está detrás de los secretos de la necrópolis es Baldomero (¡es broma, es solo un gato!). Se dice que es lo último que conecta a Kel'Thuzad con lo que una vez fue su vida mortal. Miau!
¿Estáis preparados para enfrentaros a los terrores de Naxxramas con alguna estrategia épica utilizando las cartas de Hearthstone? Los desdichados campeones de la Plaga y sus esbirros esperan a que los desafiéis en La Maldición de Naxxramas: una aventura de Hearthstone. ¡Pronto en vuestras manos!