Yo, Moroes, el administrador de Karazhan, ya te he mostrado el Salón. Ahora, si me permitís la expresión, voy a abrir las cortinas de uno de los mayores lujos de Karazhan: la Ópera privada de Medivh. El director de escena, Barnes, trabaja con los mejores cantantes y actores de todo el mundo y, sin ninguna duda, ¡las actuaciones harán que saltéis de emoción en la butaca! Barnes es todo un personaje, pero debería poder manteneros ocupados mientras yo me encargo de otras cuestiones relacionadas con la fiesta. Volveré enseguida.
¡Bienvenidos, invitados, al teatro más impresionante de Azeroth! Soy Barnes, el director de escena, ¡y Medivh tiene planeado un espectáculo sensacional para la fiesta! ¡Permitidme ser vuestro guía! ¡A lo mejor hasta tenemos tiempo para un poco de impro!
El mundo entero es un escenario
La ópera de Karazhan es el paraíso de la elegancia y la sofisticación. De hecho, estas mismas tablas de madera han sido testigo de las más maravillosas historias de la época rodeadas siempre de pathos y grandeza. Glorioso, ¡pero eso ya es pasado! Nunca volváis la vista atrás, queridos. ¡Hace que os olvidéis del FUTURO! El espectáculo que tenemos preparado para esta noche dejará en evidencia a todos los anteriores. Predigo que todo esto será tan fascinante, tan ÉPICO, que la gente volverá en masa una y otra vez, ¡solamente para atisbar su obra favorita!
Solamente somos actores
Ah, pero no habrá espectáculo si no hay decorados. Desgraciadamente, mis chicos llegan tarde... o han perdido sus identificaciones de la hermandad... o se han perdido por Karazhan. De hecho, eso último está empezando a ser bastante frecuente. Es extraño... Mmm. ¡No importa! Sea como sea, estoy convencido de que lo haréis muy bien, parece como si lo llevarais en la sangre. ¡Estoy impaciente por comenzar!
Por favor, orden en la sala. A juzgar por vuestra apariencia, debéis de ser héroes, así que el hecho de que un completo desconocido os pida tareas de baja estofa ya debería resultaros familiar. Ah, ¿que deseáis una recompensa? Bueno, supongo que os puedo prometer la más increíble e inimaginable recompensa si terminamos a tiempo. ¡Uy, ahora sí que he captado vuestra atención! Vamos a ver...
¡Pongamos esta torre a punto! ¡Sí! Parece piedra de verdad, ¿no crees? ¡Eso es porque ES piedra de verdad! En un principio, Medivh iba a usar la magia para poner cada cosa en su sitio, pero como ahora está ocupado, tendré que apañármelas yo solo. ¡Ahora entrad ahí, dejaos la piel en ello y A CARGAR! Vaya, buen trabajo. La actriz principal estará increíblemente radiante ahí arriba.
Tomad, usad estos martillos. ¡Una pintoresca cabaña del bosque no se construye sola! Quiero decir, se suponía que se construiría sola, pero con Medivh ocupado haciendo quién sabe qué, creo que tendremos que ponernos manos a la obra. Y, obviamente, por «tendremos» quiero decir «tendréis».
¡Bien hecho! ¡Esa cabaña está quedando pintoresca de verdad! ¡Ahora solo nos queda hacer un poquitín de costura y habremos acabado! ¿Cuántos trajes? Pues todos, en realidad. Yo no soy costurera. Medivh iba a... bueno, no importa qué fuera a hacer Medivh. ¡Estoy seguro de que con un Torbellino de actividad terminaremos en un santiamén! Los suministros de sastrería están en esos armarios. Ahora, ¡apuraos!
Rescatadme
Vaya, parece que Moroes ha vuelto para arrancaros de mis brazos. Las despedidas tienen un sabor agridulce, ¡pero al menos ya está todo listo para el espectáculo de esta noche! Os veré más tarde. Hasta entonces, me despido. ¡Espero que disfrutéis de la fiesta! Y descansad un poco antes de las celebraciones, ¡se os ve exhaustos!
Ah, ¿vuestra recompensa? Porque habéis hecho un gran trabajo, ¡claro!
Yo, Moroes, he vuelto. Vaya, vaya, ¡parece que os alegráis de verme! ¿Cómo es que estáis todos sudando? Mmm, mejor no respondáis, prefiero no saberlo. Bueno, como evidentemente no tengo nada mejor que hacer mientras el maestro está fuera, supongo que podemos visitar la Sala de las Fieras ahora.
Ah, ¡y no olvidéis comprobar vuestras invitaciones!