Huérfana. Ladrona. Gladiadora. Asesina. Pícara.

La historia de la pícara

Habiendo perdido a sus padres de niña, la elfa de sangre Valeera Sanguinar pasó la mayor parte de su juventud robando para subsistir. Después de un intento fallido de hurto, fue encarcelada y posteriormente vendida a Rehgar Furiatierra, un instructor de feroces gladiadores que había visto un gran potencial en la elfa. Rehgar dispuso que Valeera formase equipo con el elfo de la noche druida Broll Manto de Oso y un misterioso pero indómito humano que no recordaba quién era ni cómo había acabado en territorio orco.

A su llegada a Orgrimmar, Valeera, Broll y el humano se vieron obligados a cooperar para sobrevivir a las contiendas gladiatorias de La Masacre. No tardaron en trabar amistad. Con la rapidez de Valeera, los poderes metamórficos de Broll y la destreza marcial del humano, los tres luchadores emergieron victoriosos de numerosas lides contra otros gladiadores. El humano incluso se ganó un nombre entre los orcos: “Lobo Fantasma”, o Lo’Gosh en la lengua tauren.

Con el tiempo, los tres insólitos aliados escaparon de su vida de esclavitud. Con la ayuda de Jaina Valiente y su consejera Aegwynn lograron deshacer en parte el negro hechizo que nublaba los recuerdos de Lo’Gosh. El humano pudo recordar su verdadera identidad: ¡no era otro que el mismísimo Varian Wrynn, el desaparecido rey de Ventormenta! Hermanados por sus aventuras, los héroes viajaron juntos a Ventormenta para reclamar el derecho de Varian como legítimo monarca.

Cuando llegaron a Ventormenta, descubrieron que el trono estaba ocupado por alguien que se hacía pasar por Varian. El impostor era el títere de una de las consejeras del rey, lady Katrana Prestor, que era en realidad la forma humana del dragón negro Onyxia. Cuando advirtió que la magia negra con la que había sepultado los recuerdos de Varian se había disipado, Onyxia reveló su verdadera forma y trató de eliminar a los héroes. Valeera, Varian, Broll y algunos otros consiguieron derrotar a Onyxia en un encarnizado combate y liberaron al hijo de Varian, Anduin, de las garras del dragón.

Tras recuperar el trono de Ventormenta, que le pertenecía por derecho, Varian ofreció a Valeera y a Broll un puesto honorífico en su ciudad como consejeros y guardaespaldas reales. Valeera aceptó, pero más tarde dejó claras sus intenciones: jamás serviría a la Horda ni a la Alianza, tan sólo debía lealtad a Varian y Anduin. La elfa de sangre halló por fin un hogar en Ventormenta junto con los amigos a los que había aprendido a amar.

Las habilidades de Valeera como pícara casi no tienen parangón; su elegancia y su agilidad la permiten pasar con soltura de un enemigo a otro en el fragor de la batalla. Al utilizar su poder de héroe aparecen sus armas predilectas: un par de dagas afiladísimas.

Si encuentra un hueco en su defensa, puede Eviscerar a su rival (o a cualquier esbirro que se interponga en su camino). El estilo de combate de Valeera aprovecha al máximo su velocidad para fulminar a su adversario con una rápida sucesión de golpes. Si consigue cartas de combo, sus ataques exclusivos de pícara pueden infligir daño adicional o causar otros efectos muy útiles. ¡A esta pícara no se le pueden quitar los ojos de encima en ningún momento!

Esperamos que os haya gustado la historia de Valeera y su papel en Hearthstone. ¿De qué clase os gustaría que habláramos en el próximo artículo? ¡Dejad vuestras sugerencias en la sección de comentarios!

Podéis leer la historia de los demás héroes de Hearthstone aquí mismo: Rexxar – Gul’dan.