¿Cuál es la mejor manera que tiene la maldad ancestral de atraer a los mortales desprevenidos? Prohibirles lo que más ansían. Vamos a explorar las cartas más corruptas de la tercera expansión de Hearthstone: Susurros de los Dioses Antiguos.
Sin duda, el poder corrompe, y el poder prohibido corrompe por completo, pero os daréis cuenta de que sucumbir al encanto de las cartas prohibidas os proporcionará recompensas sustanciosas. Jugar una carta prohibida consume todo vuestro maná del turno para alimentar el efecto de la carta: cuanto más maná gastéis, más poderoso será el esbirro o el hechizo cuando se juegue. Además, ¿qué tiene de malo un poquito de corrupción?
Llama prohibida
N-n... ¡No toquéis eso! ¡Quién sabe de qué terribles profundidades ha brotado esa llama! Llama prohibida os ofrece un poder sin límites*, así que procurad usarla con cuidado para no quemaros.
Forma prohibida
¡Qué montoncito de pegote violeta más mono! Qué pinta de inocente; qué fácil de influenciar. Qué maleable. ¡Qué flexible! Solo tenéis que gastar un poco de maná (o MUCHO) y Forma prohibida cambiará acorde a vuestro maná para convertirse en el esbirro que os hace falta para ponerle las cosas difíciles a vuestro oponente.
Esperamos no haberos corrompido arruinado la sorpresa demasiado con esta pequeña dosis de lo prohibido, porque todavía tenemos mucho que enseñaros. Estad atentos mientras el caos se extiende.
Hablad sobre temas prohibidos para las lenguas mortales (pero no para los teclados y las pantallas táctiles) en las redes sociales utilizando la etiqueta #OldGods.
*El poder está limitado a la cantidad de maná que podáis gastar. Vuestro consumo puede ser variable.