Hum, una visita inesperada. Llegáis pronto.
El maestro Medivh está ocupado con ciertos, eh... asuntos en los aposentos superiores, pero seguro que estará encantado de enseñaros el lugar cuando termine. Podéis dar una vuelta por el exterior mientras tanto.
Oh, ¿queréis entrar? *Suspiro* Supongo que puedo demorar los preparativos extremadamente importantes que estoy supervisando para ser vuestro guía turístico.
Ejem. ¿Dónde están mis modales? Permitidme que me presente. Soy Moroes, el mayordomo de Karazhan. Todo el mundo conoce Karazhan por ser la residencia con la magia más impresionante de Azeroth. ¡La energía Arcana crepita por todo el edificio! El maestro parece pensar que es el lugar ideal para celebrar la mayor fiesta que el mundo haya visto jamás. El «fiestón de año», creo que dijo.
Sed los huéspedes de alguien, supongo
Por lo general, invitamos a los huéspedes a relajarse en el comedor con un poco de té. Por desgracia, todavía lo estamos decorando para la fiesta, así que tendremos que ir a las cocinas. La magia automatiza casi por completo nuestras cocinas, y tenemos platos y cubiertos de plata suficientes para servir a cientos de invitados. La mayor parte del menaje son piezas antiguas y muy valiosas. ¡Algunas son obsequios del mismísimo rey! Vamos para allá. ¡Y... voilà! ¡Las cocinas!
¡Madre mía! La vajilla está cantando. Y bailando. El menaje musical no está incluido en la lista de adornos aprobados, pero la canción es pegadiza, ¿verdad? Medivh se ha dedicado a encantar todo lo que hay a la vista para que su fiesta sea inolvidable, de modo que nunca se sabe lo que puede ocurrir. Aunque es extraño... Los objetos suelen portarse bien cuando el maestro está en casa. Bueno, continuemos. Y por favor, no deis de comer a los tenedores. Todavía no es la hora de la cena, ja, ja. Hum, sí. Por favor, por aquí.
En el salón intemporal
Mirad a izquierda y derecha mientras recorremos el pasillo. Veréis cuadros de algunos de los artistas más importantes que han existido, ¡e incluso de algunos que ni siquiera han nacido todavía! Ja, ja. No tengo ni idea de cómo lo hace el maestro. Por cierto, no toquéis nada.
Son espléndidos, ¿verdad? Oh, ¿el que está cubierto por una tela? No es un cuadro, sino un espejo. Un espejo mágico. Medivh lo animó con un encantamiento experimental. Al principio, fue un poco rebelde, pero ahora es bastante cordial. ¡Incluso hace cumplidos! Bueno, la mayoría de las veces. Y esta es la sala de juegos.
Una Noche en Karazhan
En la sala de juegos solo hay un juego, el ajedrez. Veréis, Medivh es un gran aficionado al ajedrez. ¡Sus piezas magistralmente talladas, sus intrincadas estrategias, la unión de la mente y la voluntad! El maestro lo adora. Sí, el ajedrez es el único juego de esta sala. Quizás se debe a que las piezas son tan grandes que no hay espacio para más juegos... o quizás, a que las piezas se ofenden cuando aparecen otros juegos y los destruyen con violencia cuando nadie mira. Bueno, sea cual sea la razón, ¡el único juego es el ajedrez!
¿Si son peligrosas? Aunque estas piezas de ajedrez están animadas por una magia inmensamente poderosa y en ocasiones parecen pensar por su cuenta, os aseguro que estáis a salvo. A no ser que seáis un juego de mesa. ¡Ja, ja!
Bueno, ha sido muy entretenido. Oh, parece que el maestro sigue indispuesto. Qué raro. Bueno, supongo que podemos continuar nuestra pequeña visita por la ópera mientras esperamos.
Oh, unas buenas personas han escrito cosas adorables sobre la fiesta de esta noche, así que tened la bondad de leerlas.
¡Únete a la charla!