Jaina, la maga

Jaina, la maga

Jaina Proudmoore, una de las estudiosas de la magia más versadas de Azeroth, antaño compasiva y bondadosa, se ha perfeccionado en el uso de las artes arcanas, ha peleado contra los demonios de la Legión Ardiente y los no-muertos de la Plaga, y ha forjado una reciente furia contra la Horda después de la destrucción de su querida Theramore.

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Cuando era niña, Jaina demostró una gran aptitud para la magia y una profunda compasión hacia su pueblo. La enviaron a Dalaran, un gran reino y refugio de magos, para que aprendiera a dominar los poderes arcanos. El líder de los Kirin Tor, el Archimago Antonidas, vio en ella un gran potencial y la aceptó como su aprendiz.

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Talentosa y aplicada, Jaina inmediatamente se sintió atraída hacia las artes arcanas. Sus estudios y responsabilidades en Dalaran consumían la mayor parte de sus horas de vigilia, de modo que no tenía demasiado tiempo para perseguir conceptos más mundanos.

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Su amigo de la infancia, el príncipe de Lordaeron Arthas Menethil, entró nuevamente en su vida durante su entrenamiento en Dalaran, y allí se enamoraron. No obstante, los rigurosos estudios de Jaina y las obligaciones de Arthas para con su reino impidieron que la relación creciera más allá de un simple romance, y todo terminó abruptamente. Aunque herida, Jaina supo comprender y reanudó sus estudios en Dalaran.

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Años más tarde, una plaga terrible azotó a Lordaeron. Ante la sospecha de que no se trataba de una enfermedad común, el Archimago Antonidas envió a su apreciada aprendiz a encontrarse con Arthas para investigar la causa de la plaga, que se expandía por los granos como fuego fuera de control y convertía a los pobladores en abominaciones no-muertas. Las ciudades de Brill y Andorhal ya habían sucumbido por completo a la plaga, y Jaina comprendió que debía buscar refuerzos.

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Regresó rápidamente con ayuda: Uther el Iluminado y los Caballeros de la Mano de Plata. Pero desafortunadamente ya era tarde: la gente de Stratholme ya había comido los granos y rápidamente cayeron presas de la plaga. Arthas quería eliminar a los pobladores de Stratholme antes de que se convirtieran en no-muertos, pero a Jaina la aterraba la idea y Uther se negó rotundamente a ser partícipe de un acto tan bárbaro.

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A sabiendas de que había pocas esperanzas para el pueblo de Stratholme, Jaina tomó valor y reunió a los sobrevivientes de la plaga para que la siguieran a Lordaeron. Así, logró salvar a miles de personas antes de que sucumbieran ante la enfermedad. Jaina y los refugiados navegaron hacia el oeste desde Lordaeron y llegaron a las costas de Kalimdor... pero descubrieron que los orcos ya habían reclamado esas tierras como propias.

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Jaina se esmeró en encontrar un lugar seguro para su gente mientras luchaba contra la Horda de Kalimdor. Después de una reunión con un profeta misterioso, Jaina y su gente se aliaron a la Horda y los elfos de la noche para derrotar al demonio Archimonde en el Monte Hyjal. Luego de muchas pruebas y tribulaciones, Jaina finalmente descubrió un refugio seguro para los desterrados: una isla en la costa este de Kalimdor a la que llamó Theramore.

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Mientras Jaina ayudaba a los refugiados con la reconstrucción, la tensión entre su gente y la Horda aumentaba paulatinamente. Para disipar esa tensión y garantizar la seguridad de la gente de Theramore, Jaina creó una alianza con Thrall, el Jefe de guerra de la Horda. Sin embargo, los problemas recrudecieron cuando Rexxar, el Campeón de la Horda, declaró que habían enviado humanos para asesinarlo. Jaina no sabía del intento de asesinato, pero se ofreció a ayudar a Rexxar a averiguar quién quería terminar con su vida para asegurar la paz entre su gente.

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El padre de Jaina, el Señor Almirante de la Alianza Daelin Proudmoore, era el cerebro que había urdido los intentos de asesinato de Rexxar. Su odio hacia la horda estaba profundamente arraigado, y no había nada que pudiera frenar su deseo de erradicar a los orcos de la faz de Azeroth. Jaina le pidió a su padre que se calmara y que dejara a los orcos en paz, porque temía que su interferencia pusiera en peligro a la gente de Theramore, pero Daelin no cedió. El Almirante y sus fuerzas se enfrentaron a Rexxar y a la Horda, pero no fueron rivales dignos ante la ferocidad y los números de la Horda. Rexxar asesinó a Daelin y Jaina lloró su pérdida y deseó que su padre hubiera escuchado sus consejos.

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La difícil alianza de Jaina entre Theramore y Orgrimmar siguió durante años, porque la maga sabía que la fuerza combinada de los ejércitos sería mucho más poderosa que los pueblos divididos. La alianza de Jaina y Thrall resultó ser invaluable cuando la Plaga de no-muertos comenzó a levantarse en el helado continente de Rasganorte. Un eco aterrador del pasado de Jaina portaba el yelmo de los no-muertos y guiaba todas y cada una de sus acciones: Arthas Menethil, convertido ahora en el Rey Exánime. Jaina estaba decidida a salvar a su antiguo amor de la maldición que lo había poseído, pero ya no quedaban rastros del que alguna vez había sido el príncipe mortal de Lordaeron. Sin embargo, Jaina ayudó a comandar a las fuerzas de la Alianza hacia el corazón de Rasganorte para erradicar el mal de esas tierras. La Alianza se alzó con la victoria, y un pequeño indicio del Rey Exánime abrió en Jaina una leve esperanza de que aún quedaba algo del antiguo Arthas: un relicario que Jaina le había regalado hacía tiempo.

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Cuando el liderazgo de la Horda pasó a manos de Garrosh Grito Infernal, el nuevo Jefe de guerra asumió la responsabilidad de eliminar brutal y prontamente a los miembros de la Alianza en Kalimdor. Y comenzó por Theramore. Las fuerzas de Garrosh crearon una bomba de maná que dejaron caer en la desprevenida ciudad. El resultado fue la destrucción cruenta y total. La ciudad desapareció de la faz de Azeroth. Una cantidad innumerable de vidas del pueblo de Jaina desaparecieron en un instante. La maga fue una de las pocas sobrevivientes pero su vida quedó marcada para siempre: su pelo y sus ojos se tornaron completamente blancos, y su actitud hacia los orcos y la Horda pasó de pacífica y comprensiva, a despiadada, brutal y fría.

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La nueva agresividad de Jaina, actual líder de los Kirin Tor, hacia la Horda es más que comprensible. Por eso, no debemos subestimar el poder mágico y la ardiente furia de Jaina Proudmoore en los tiempos venideros.

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Jaina Proudmoore utiliza una cantidad casi infinita de hechizos arcanos. Si necesita un aliado arcano que la proteja y la asista en la batalla, puede invocar Elementales de agua. ¡En Hearthstone tú también puedes invocar Elementales de agua para congelar a tus adversarios! Estos elementales dejarán "helado" a cualquier enemigo durante un turno, e impedirán su ataque hasta que se haya descongelado.

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Esperamos que hayas disfrutado de la historia de Jaina y de la descripción de su función en Hearthstone. ¿Sobre qué clase te gustaría leer en nuestra próxima entrega? Déjanos tu opinión en la sección de comentarios que sigue a continuación.

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