Charla junto al fuego – Consejos para Hearthstone por Mike Donais

Charla junto al fuego – Consejos para Hearthstone por Mike Donais

Armar un mazo puede ser estresante, en especial cuando tienes una colección de cartas y te quedas mirándola sin saber qué hacer. Soy Mike Donais, diseñador senior de Hearthstone, y estoy aquí para darte algunos consejos. Además de ser un veterano con 20 años de experiencia en juegos de cartas, también trabajé como diseñador de Magic: The Gathering y el juego de cartas de World of Warcraft. ¿Listos para empezar?

¡Armemos un mazo! Pero... ¿cómo?

Estos son algunos de los puntos básicos que debes tener en cuenta para armar un buen mazo.

1. Concéntrate en una estrategia

Puedes crear una cantidad de mazos casi infinita, así que lo mejor es saber con qué tipo de mazo quieres jugar antes de empezar a armarlo. Si quieres un mazo agresivo y rápido, elige esbirros eficientes y que hagan mucho daño. Incluye algunos esbirros con Carga y cartas de hechizo para hacerle daño directo a tu adversario.

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Si prefieres mazos más lentos para controlar a tu adversario, incluye esbirros sanadores y con Provocación. Si juegas esbirros con Provocación, tus adversarios se verán obligados a atacarlos a ellos antes que a ti, y los esbirros sanadores recuperan la salud que tú o tus otros esbirros perdieron.

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Algunas estrategias pueden ser más complejas. Por ejemplo, si eliges Subastador de Gadgetzan, Roboalarma, varios pirataso Malygos como cartas clave. En esos casos, lo ideal es incluir algunas cartas divertidas que se adapten bien tu estrategia, pero sin olvidar que además necesitarás cartas fuertes y útiles para mantenerte con vida hasta que puedas desplegar tu estrategia. Algunas podrían ser Descarga de escarcha, Puñalada o Descarga de relámpago.

2. Ten entre 5 y 10 cartas con bajo costo de maná.

Si te quedas atrás en las etapas iniciales de una partida, se te hará difícil recuperarte. Para evitarlo, lo mejor es tener entre 5 y 10 cartas que cuesten 1 o 2 de maná y que puedas jugar en los primeros dos turnos. Generalmente, estas cartas son esbirros o hechizos que te permiten deshacerte de los esbirros del adversario.

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3. Ten entre 5 y 10 cartas con costo de maná alto.

En la mayoría de los mazos conviene tener cartas fuertes con un costo de maná alto que puedan usarse en las etapas más avanzadas de una partida. Incluso en mazos rápidos y agresivos, es beneficioso usar una carta como Comandante argenta, mientras que en un mazo de control es mejor incluir cartas como Caminasol.

Robar cartas también puede ser muy útil en las etapas avanzadas de una partida. Sin embargo, obligar a tu adversario a que use dos cartas para matar a un esbirro tuyo es mejor que robar dos cartas, porque si tu adversario no tiene las cartas para matarlo, la ventaja es tuya.

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4. Esbirros, esbirros y esbirros

Si tú juegas un esbirro y tu adversario se deshace de él, ninguno de los dos sacará ventaja. Sin embargo, si tú juegas un esbirro y tu adversario no puede librarse de él, tendrás el control del tablero. Una vez que logras ventaja en el tablero, puedes comenzar a usar tus cartas con más eficacia o simplemente aplastar a tu adversario. Por eso, los esbirros son más importantes que los hechizos que se usan para matarlos.

En general, cuando construyes mazos, debes tratar de incluir 20 esbirros o más. Más adelante podrás romper esta regla si tu idea es usar mazos con muchas cartas de hechizos.

5. Mejora el mazo con el tiempo

Recuerda que este es un proceso de aprendizaje, y que ganarás algunas partidas y perderás otras. No cambies tu mazo si pierdes una sola partida: presta atención a qué cartas funcionan bien durante el transcurso de varios encuentros. A continuación, revisa tu mazo y haz los cambios que creas necesarios.

Por ejemplo, si pierdes muchas partidas contra mazos rápidos y agresivos, agrega más esbirros con Provocación y cartas que cuesten 1 o 2 de maná. Asegúrate de no tener muchas cartas de costo de maná alto.

Si te quedas sin cartas antes de matar a tu adversario, agrega más esbirros de costo de maná alto.

¡Ten paciencia! Perder una vez contra un mazo o una clase específica no significa necesariamente que tienes que hacer cambios en tu mazo.

Cómo usar tu mazo nuevo

1. Empieza con esbirros de costo de maná bajo

Si no juegas ninguna carta en los primeros tres turnos, es claro que no tendrás la ventaja. Asegúrate de tener, por lo menos, una carta con costo de maná 2 en tu mano inicial, incluso si tienes que reemplazar una buena carta de costo de maná 4.

2. Gasta tu maná

Primero, piensa una jugada en la que tengas que usar todo tu maná y después compárala con las demás opciones que tienes. Generalmente, jugar esbirros poderosos lo más rápido posible es la mejor estrategia porque pones a tu adversario a la defensiva. Si tu adversario no tiene la carta adecuada para lidiar con uno de tus esbirros, tendrás una gran ventaja.

Cuando tengas más experiencia, también tendrás que pensar cómo gastar tu maná en los turnos siguientes.

3. Piensa dos veces antes de hacer una jugada

Antes de hacer una jugada, piensa un momento y mira tu mano para cerciorarte de que estás tomando la mejor decisión.

4. Un tablero vacío es un tablero feliz

Generalmente, es buena idea intercambiar uno de tus esbirros por un esbirro enemigo similar. Por ejemplo, si tú y tu adversario tienen un esbirro 3/3, es recomendable que mates a su esbirro con el tuyo. Así, tu adversario no podrá sorprenderte con una potenciación para convertir a ese esbirro 3/3 en esbirro un 4/4.

Esto también es útil porque si tu adversario juega un hechizo que hace daño a todos tus esbirros, el problema no será tan grave.

5. No siempre es bueno jugar muchos esbirros

Todas las clases tienen alguna manera de limpiar el tablero si hay muchos esbirros enemigos en juego. No lo olvides nunca si piensas jugar más de dos esbirros.

6. ¿Quieres robar cartas? Espera...

A menudo, si tienes que elegir entre jugar un esbirro y robar cartas, la mejor opción es jugar el esbirro. Si juegas esbirros, obligas a tu adversario a tomar un rol defensivo, mientras que si robas cartas, tu posición en el tablero no mejorará. Cuando te quedes sin esbirros, podrás robar cartas y aumentar tus posibilidades.

Esto también se aplica a esbirros como el Acaparador de botín. Si en el segundo turno tienes un Dragón feérico y un Acaparador de botín, deberías jugar el Dragón feérico primero porque no necesitas robar cartas tan temprano. Jugar esbirros fuertes es más importante que robar cartas.

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7. Poder de héroe

Si puedes matar a un esbirro con tu Poder de héroe, hazlo: ahorrarás una carta y sacarás ventaja. Sin embargo, en la mayoría de los casos  es más fácil mejorar tu posición en el tablero jugando un esbirro de tu mano que usando tu Poder de héroe. Durante las etapas tempranas de una partida, concéntrate en jugar esbirros para controlar el tablero. Cuando la partida haya avanzado, tendrás más maná y podrás usar tu Poder de héroe más a menudo.

8. ¡Diviértete!

Ni siquiera los jugadores más experimentados ganan todas las partidas.

¡Relájate, diviértete, cambia de mazos, experimenta, aprende y disfruta todo el proceso!

Este artículo se creó originalmente para la página Kotaku. Puedes leer el artículo original aquí