Di lo que quieras sobre Nefarian* —que es loco, sádico, arrogante, y tal vez un poco demasiado enamorado con su propio genio— pero no puedes acusarlo de ser un mal anfitrión. Para aquellos con suficiente valentía para entrar a la Guarida de Alanegra, el dragón ofrece sólo los más finos y eclécticos retos.
*Mientras no lo digas en su cara